Estoy regresando de las XIII Jornadas Internacionales de Psicología Educacional. Es la sexta vez que participo. En esta oportunidad se desarrollaron en La Serena, bajo el lema: «Educación y complejidad: Nuevas demandas para la reflexión y la acción».
Uno de los desafíos es construir la Psicología Educacional latinoamericana, como viene planteando Jorge Catalán (2013), en base a la cultura de la colaboración. Una disciplina que busque responder auténticamente a los problemas de nuestras realidades educativas, que tienda puentes interdisciplinares y que, con humildad, llegue a ser herramientas de quienes hacen la educación (estudiantes de distintas edades, docentes, padres, psicopedagogos, psicólogos, directivos, políticos).
Imagino que muchos de ustedes son participes de este proceso y necesitamos que lo sean. Por eso me interesa compartir una sinopsis que recogí en estos días allí, con la expectativa que podamos hacer más intenso el trabajo y el intercambio. En este breve resumen me gustaría destacar algunas ideas que tomé de las actividades en las fui participando. No se trata de una reseña detallada, ni revisión exhaustiva del evento. Más bien de algunas pistas, ideas y personas que fueron quedando en mis registros.
La Conferencia Inaugural estuvo a cargo de Angel Gómez Crespo de la Universidad de Málaga. Expuso algunos desafíos de las instituciones educativas en los contextos en los que nos estamos desarrollando y de las dificultades de la escuela para dar buenas respuestas. Destaqué especialmente en mis apuntes, la «necesidad de reinventar la función docente» en contextos de incertidumbre y cambio permanente donde la información abunda y las desigualdades se profundizan. Uno de los pilares para la reconstrucción del rol debería ser la «pasión por saber, aprender y ayudar a aprender». Creo que está es una invitación interesante y que da sentido a la acción docente. De otro modo, ante los magros resultados educativos, Rodrigo Cornejo de la Universidad de Chile, proponía con mucha pasión que la psicología educacional también es responsable de la situación y debe dirigirse hacia una «psicología educacional encarnada», que dialogue más con los actores impicados, con otras disciplinas.
Asistí a un simposio que abordaba la temática del constructivismo y la educación. Estaba coordinado por Susana Frisancho, del Perú, quien planteó la necesidad de reivindicar a Piaget sabiendo la polémica que estos puede generar. Entendí mejor su planteo cuando expuso su trabajo actual con comunidades indígenas de la selva peruana. En muchos acercamientos a estas poblaciones han primado las diferencias, lo que resulta lógico a estas alturas, aunque quizá se pierde de vista lo que tenemos en común. La perspectiva de Piaget permitiría identificar esos procesos y estructuras universales y desde allí también basar acciones educativas. Habrá que seguirle la pista.
Asistí a un Simposio sobre autorregulación, su evaluación y enseñanza en contextos de universitarios. El mismo estuvo coordinado por la María Victoria Pérez y Alejandro Díaz, colegas que vienen trabajando en la temática en Universidad de Concepción. Estos trabajos constituyen un ejemplo muy interesante de investigación aplicada, como la requerimos en Psicología Educacional, pues responde a la necesidad planteada directamente por docentes de distintas carreras que desean mejorar los resultados en sus cursos. También queda claro que en todos los niveles del sistema educativo resulta necesario revisar y proponer mejores formas de enseñar a autorregular el aprendizaje.
Me tocó presentar mi trabajo sobre enseñanza de la autorregulación en resolución de problemas matemáticos junto con otros trabajos sobre motivación de colegas chilenos. Compartimos el esfuerzo por situar los constructos sobre motivación al servicio de la enseñanza y de lo que el docente puede hacer auténticamente en clase. Y parece que en esto queda aún mucho por hacer. Creo que en esa misma dirección avanzó David Bergin, de la Universidad de Missouri, en su conferencia sobre interes y motivación. En la misma destacó el valor de las experiencias transformativas, en las que usamos el conocimiento porque sí, enriquecemos nuestra comprensión de la realidad y valoramos experiencia estética. En todos los trabajos que pude reconocer, está claro que lejos estamos de plantear la motivación del estudiante para aprender como un puro reflejo o una cuestión mecánica que se alcanza dandole un click. Más bien existe un menú de estrategias motivacionales que cada docente deberá juzgar su pertinencia y utilidad, de acuerdo a sus concepciones de lo que quiere enseñar y cómo se aprende.
La conferencia de cierre estuvo a cargo de Pablo Castro de la Universidad de La Serena. Presentó el trabajo que ha venido realizando en el estudio de los libros con consejos sobre la crianza dirigidos a los padres. Una de las motivaciones que planteo es que «si queremos mejorar educación formal, conozcamos más lo no formal». Algunos de los ejemplos que presentó ilustraron muy bien el papel educativo de estos libros, a la vez que cuestionan la base sobre la que se apoyan y las características del conocimiento que la psicología genera.
Hubo espacio para la presentación de libros, que bienvenidos sean. En primer lugar, un nuevo libro sobre Psicología Educacional que han editado colegas de la Universidad Católica del Maule. Se titula «Aproximaciones en Psicología Educacional. Diversidades ante la contingencia actual» y puede constituir otro acercamiento interesante a lo que en la región se investiga y propone. El segundo libro se titula «Competencias del Psicólogo en Chile: Propuesta desde las universidades estatales» con María Teresa Juliá como editora. En el mismo se refleja el trabajo de una red de universidades chilenas que ha buscado definir el perfil del psicólogo para Chile y las prácticas que contribuyen a su formación.
Por último, un último ejemplo de que la colaboración sigue aumentando entre colegas y universidades de la región, está dado por el avance en la Red Internacional de Aprendizaje, Cognición y Desarrollo. Esta Red es coordinada por la PUC de Lima y vincula a colegas, programas y universidades de la región en las que la Psicología Educacional constituye uno de los centros de interés y desarrollo. En este corto tiempo, han aumentado las colaboraciones, el intercambio entre programas y ojalá vaya redundando en la calidad de investigación y formación que proponemos.
Sin duda, hubo mucho más. El escenario diverso en la Psicología Educacional Latinoamericana es necesario y bienvenido. Abarcarlo todo me resulta imposible, pero quizá algunos de los participantes puedan sumar sus comentarios. Las XIII Jornadas Internacionales de Psicología Educacional en La Serena han finalizado y también mi resumen. La invitación está hecha para encontrarnos el año próximo en Tucumán.

Referencias y Recomendaciones
Catalán, J. (2013) La Psicología Educacional en perspectiva. En Cornejo, C.; Morales, P.; Saavedra, E., & Salas, G. (Eds.) Aproximaciones en Psicología Educacional. Diversidades ante la contingencia actual. Talca: Universidad Católica del Maule.
Fotografías de La Serena: https://plus.google.com/u/0/photos/100297143452438348790/albums/5935411405595037073