Entre tantas noticias que leo sobre educación y tantas demandas a la tarea docente, ha queda resonando una pregunta: «¿Carroña o Gourmet?». Fue la pregunta que hace algunos años nos mantuvo expectantes y fue Francisco Rengifo quien decidió provocarnos con tal pregunta. Ese fue el título abreviado que nuestro colega colombiano había elegido para centrar su conferencia. Esta pregunta genero alguna que otra broma entre los colegas que compartimos ese encuentro en Punta Arenas y, sin duda, mucha expectativa que Francisco se encargó de alimentar y mantener en esos días hasta llegar a la conferencia.
A continuación, retomaré palabras de libro de Francisco (Rengifo, 2009) en las que presenta brevemente esa idea referida a la formación de nuevos psicólogos (quizá es similar a lo que ocurre en las aulas de distintas disciplinas):
…formar profesionales en una disciplina como la psicología obliga a considerar que no sólo se deben transmitir conocimientos lineales y considerar una historia que actúa de manera plana y teorías que se aplican en campos específicos, sino que se deben formar profesionales que recreen, reestructuren y reformulen los modos de pensar, conceptualizar y actuar en la profesión…
… en muchas ocasiones lo que se ofrece en las aulas de clase se asemeja más a carroña tal como fue hallada, que el proceso estético y elaborado de construir una salsa, un aderezo para sazonar una carne que, puede ser también carroña, pero simbolizada por lo estético. (p. 187)
«¿Carroña o gourmet?» nos interroga sobre la actividad docente y la tarea educativa, sobre los modos de producir y compartir conocimientos (si es que pueden entenderse como actividades distintas). Retomando las palabras de Francisco:
Si el conocimiento implica una relación Yo-nosotros: ¿por qué en las aulas de psicología se sigue insistiendo por parte de muchos profesores universitarios en las prácticas educativas de carácter monológico? Los monólogos como prácticas educativas reducen al estudiante a una condición de objeto absorbente de conocimientos no mediados y no recreados, imposibilitado para crear abducciones». (Rengifo, 2009, 189).
Quería compartir esta historia y pregunta de Francisco, pues a medida que el tiempo ha pasado a seguido resonando en distintas actividades que desarrollo. En este tiempo y planificando mis actividades como docente es que vuelvo a preguntarme, ¿qué conocimiento les ofreceré a mis alumnos? ¿de qué modo buscaré compartirlo?
Referencias y recomendaciones
Rengifo, F. (2009) El sujeto como centauro: Ensayos e investigaciones en psicología de la cultura. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario.